Javier Martín Domínguez
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Madrid y Master en Communications por la Universidad de Nueva York. En enero de 2005 fue nombrado máximo responsable de la Dirección del Gabinete de TVE. Es miembro de la Junta Directiva de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión (2000/06). A lo largo de su trayectoria profesional ha trabajado como redactor de Radio Nacional de España desde 1975, director del programa Siete Días y, posteriormente, corresponsal de la emisora en Washington y Nueva York (1979/1986), corresponsal de La Vanguardia para Extremo Oriental, con base en Tokio (1986/1987), director de la oficina de TVE en Nueva York (1987/1989), consultor para Telefónica y el Grupo Correo. También ha sido guionista, realizador y productor de programas de televisión, cine y documentales (Mapas de agua y arena, La vida de Jane y Paul Bowles, Madrid, USA, La última palabra, Historia de la Real Academia de la Lengua, Viaje a la Luna, De la piel pa’ dentro). Posteriormente es nombrado director de Desarrollo y Canales Temáticos de TVE (1998/2005) Autor de varios ensayos sobre el mundo de la comunicación (Hacia una gramática periodística, De MacLuhan al cómic, Información y propaganda en la campaña Bush-Dukakis...). Premio de periodismo internacional Cirilo Rodríguez, Premio Príncipe de Viana de Creación Audiovisual y primer Premio de los Festivales de vídeo de Cullera y Navarra. Curiosidad y dinamismo Por esas travesuras de la vida, la carrera de Javier y la mía se han ido cruzando por los distintos mundos de este mundo. De América al Lejano Oriente, pasando por Rusia; de Segovia a Sevilla, pasando por Madrid. Unas veces, hemos coincidido en el tiempo, otras veces, no. Pero hemos elegido los mismos lugares, yo iba después y siempre me pareció que era un espejo al que mirar. Me impresionó, recién llegada a Nueva York, con su cariño por un pin de Ted Kennedy en la campaña del ochenta, con su diagnóstico claro y certero de los Estados Unidos de Reagan, con su saber del pulso neoyorquino. El Village era su hogar, la calle su trabajo, tuvo pupitre en la New York University. ávido de actualidad y de aprendizaje. Cuando, independiente y apasionado, la radio le quedó pequeña y la imagen le cautivó, el reportaje televisivo y el documental le acogieron. Temas y personajes gozaron de su quehacer erudito y original, de su perfeccionismo técnico y de su talento para encontrar una buena historia o alguna vida atractiva que contar. Se entregaba a un medio nuevo, pero sin abandonar el viejo compromiso con la comunicación de calidad. De pronto, su versatilidad le llevó a adentrarse en los procelosos despachos de Prado del Rey. Puso su instinto en el diseño de productos diferentes en la alta precisión de los canales temáticos, así como supo ver y escuchar las tripas de la gran industria de la televisión. Hete aquí que, constante en la curiosidad y el dinamismo, se esmeró, después, en la difusión del cine que hay que conocer. Con análisis crítico e intuición busca y recoge películas europeas con las que componer un festival anual en Sevilla que gusta, inquieta, sorprende, interesa. Ha sabido atraer a cinéfilos y espectadores del ocio con sugestivos títulos y celebridades auténticas en rueda de prensa o en alfombra roja a orillas del Guadalquivir. Y, como de pasada y el que no quiere la cosa, se ha sentado ante el ordenador para transmitir sus conocimientos y reflexiones en ensayos sobre el oficio de comunicar. Por delante, le quedan a Javier conversaciones que desgranar, folios en blanco que llenar y propuestas por descubrir. Más cámaras y más micrófonos, si así lo quiere. Instantes familiares entrañables que disfrutar y, espero, algún que otro guiño que compartir en nuestro sendero de profesión, viajes y amistad. Rosa María Calaf