Ricardo Antón Troyas

    Bilbaíno, a pesar de todo, desde 1974. Explorador, maestro ignorante, desartista, diseñador en transición, padre tardío. Habitante de ColaBoraBora, una isla en la que se dedican a redefinir los qué transformando los cómo. Y desde ahí, investigador y cobaya en el laboratorio de prácticas colaborativas Wikitoki. Quizá porque ve mal, sus principales poderes tienen que ver con aportar mirada crítica, visión sintética y enfoque sistémico. En su día a día se dedica a fomentar el ADN colaborativo, moviéndose entre la consultoría estratégica, el diseño de ecosistemas y procesos de innovación, la labor de enredador, el compostaje de saberes y el hackeo de convenciones.