Gente que no quiere viajar a Marte

    Ensayos sobre ecología, ética y autolimitación

    Ya han llegado. Los masters del universo ocupan consejos de administración y algún gobierno. Quieren caminar por Marte después de devastar la Tierra…

    Ya están aquí. En los consejos de administración de las empresas, en los ministerios y oficinas gubernamentales, en los centros de enseñanza e investigación, en los medios de comunicación masivos, en las redes sociales... Parecen humanos normales a simple vista, pero son alienígenas venidos del espacio exterior. Los reconocerás por su convicción profunda de que no somos seres de esta Tierra, sino másters del universo; que nuestro destino está en la conquista y explotación del sistema solar primero y de las estrellas más lejanas después; y que en nuestro planeta están sólo de paso, y pueden por consiguiente tratarlo como un objeto desechable, una biosfera de usar y tirar. Gente que no quiere viajar a Marte argumenta que uno no puede ser un productivista consecuente si no está dispuesto a tratar la Tierra como un planeta desechable, para emprender a continuación la fuga al cosmos. Y que esta tentación de fuga se inscribe en un movimiento antropófugo más amplio y complejo, un movimiento de huida de la condición humana que debemos tomar muy en serio, y contra el que hemos de resistir. No podemos seguir manteniendo la mentalidad del cowboy (llegar, explotar, marchar) en un mundo lleno, donde ya se ha llegado a la frontera. Lo anterior vale también para vaqueros interplanetarios. Habrá que aprender a cuidar la tierra (y la Tierra), tratándola a veces con amor de hortelana, a ratos con reverencia de ermitaño budista, por trechos con sentimiento de hermandad franciscana, en otras ocasiones con admiración de indígena amerindia. Y recordaremos que un guardián o guardiana de la finitud ha de ser audaz, ciertamente, pero también, a la postre (como sugirió Karen Blixen), no demasiado audaz. Jorge Riechmann es ensayista, escribe poesía, actúa en cuestiones de ecologismo social y enseña Ética y Filosofía Política en la Universidad Autónoma de Madrid. Bailar encadenados (Icaria, 2023) y Ecologismo: pasado y presente (Catarata, 2024) son sus dos últimos ensayos publicados.

    Escritor
    Colección
    Mayor
    Materia
    Ecología, Filosofía, Ética
    EAN
    9788410672048
    ISBN
    978-84-1067-204-8
    Páginas
    304
    Ancho
    14 cm
    Alto
    16 cm
    Fecha publicación
    17-02-2025
    Número en la colección
    1034
    Edición en papel
    23,00 €<<<Añadir al carrito

    Sobre Jorge Riechmann (Escritor)

    • Jorge Riechmann
      (Madrid, 1962) vive en Cercedilla. Ensayista, escribe poesía, actúa en cuestiones de ecologismo social y enseña Ética y Filosofía Política en Madrid (Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid). Es doctor en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Barc... Ver más sobre el autor

    Libros relacionados

    Contenidos

    NOTA PREVIA 

    PRÓLOGO, por José Manuel Naredo 

    REFLEXIONES PREVIAS: DOS FORMAS DE HACER FRENTE A LAS INUNDACIONES 

    CAPÍTULO 1. EL ARTE DE LA FUGA: HACIA LA BESTIA, HACIA LA MÁQUINA 

    Introducción: el nuevo utopismo tecnológico como arte de la fuga 

    Movimientos de fuga 

    ‘El hombre adolece de graves defectos de construcción’ 

    Sobre seres antropófugos y criaturas de frontera 

    La huida de la condición humana: el primitivismo que querría retornar a la prehistoria 

    Renacimiento del mito del buen salvaje 

    La huida de la condición humana: deseo de omnipotencia e inmortalidad 

    La huida de la condición humana: nuevas razas posthumanas creadas

    por ingeniería genética 

    Pero ni siquiera todo esto basta 

    La huida de la condición humana: deseo de ser máquina 

    Amor y adoración para el automóvil 

    Robert Jastrow y Hans Moravec: cerebros humanos volcados dentro de ordenadores 

    ‘Máquinas que no pueden errar’… gobernadas por la pulsión de muerte 

    Que el eterno Eros despliegue sus fuerzas… 

    CAPÍTULO 2. ¿AÚN NO SOMOS HUMANOS? 

    Aún no somos humanos 

    Nada entre la bestia y el ángel 

    Privilegiar la técnica, minusvalorar el lenguaje 

    Desarrollo contra progreso 

    Hominización, humanización 

    Lo no binario, ¿paradigma emancipador? 

    Excurso: transhumanismo y posthumanismo 

    ¿Realmente ha de importarnos el culo de Kim Kardashian? 

    Un dios protésico 

    Ser hijo de sí mismo: la autocreación humana 

    ‘Nadie que corra a toda velocidad tiene cabeza ni corazón’ 

    El origen traumático del sujeto humano 

    Sobre límites y fronteras 

    Una disyuntiva civilizatoria 

    La Virgen del árbol seco 

    CAPÍTULO 3. ¿LÍMITES AL CRECIMIENTO ECONÓMICO? 

    El ecologismo y la conquista del espacio 

    Las inquietudes del Club de Roma 

    The Limits to Growth 

    Crecimiento exponencial, extralimitación y colapso 

    ¿Se subestiman las posibilidades de la tecnología? 

    Hacia un orden mundial igualitario y perdurable 

    Equilibrio no significa estancamiento 

    Un salto atrás en el tiempo: el ‘estado estacionario’ de J. S. Mill 

    La economía homeostática de Herman E. Daly 

    Conclusiones de The Limits to Growth 

    Veinte años después: más allá de los límites del crecimiento (Beyond the Limits to Growth) 

    La actualización de LTG, treinta años después 

    La revisión de Ugo Bardi 

    El pronóstico de Jorgen Randers 

    Una mirada histórica al proceso de industrialización: descendiendo al subsuelo 

    Destruir las condiciones de la vida en la Tierra: la megaminería 

    Las economías de base solar permanecen en la superficie de la Tierra 

    Dos opciones 

    Palabras finales 

    CAPÍTULO 4. SOBRE LA ECOLOGÍA Y LA CONQUISTA DEL ESPACIO EXTERIOR 

    La huida del planeta Tierra 

    El futuro según Adrian Berry 

    Darwinismo social intergaláctico 

    Lo cercano y lo lejano en el cosmos 

    La maldición de la gravedad 

    Los estadounidenses no podían irse a la cama bajo la luz de una Luna comunista 

    El astronauta heroico y el extraterrestre angélico 

    El capitalismo como ‘máquina de derruir los límites’ 

    Descontar el futuro 

    Gente que no quiere viajar a Marte 

    Una apuesta de todo o nada 

    ¿Mineros en las lunas de Júpiter, o jardineros y hortelanos en la Tierra? 

    Un adiós para los astronautas 

    CAPÍTULO 5. DE LÍMITES, SÓLO DE LÍMITES 

    El carácter limitado de la ciencia y la tecnología 

    Límites de la ciencia y la tecnología determinados por la finitud humana 

    Límites de la ciencia y la tecnología determinados por la entropía 

    Límites intrínsecos de la racionalidad: el teorema de Gödel 

    Otros teoremas de imposibilidad 

    Imposibilidades termodinámicas 

    Límites biológicos al rendimiento de los organismos 

    ¿Nanotecnologías para escapar de la entropía? 

    ¿Milagros nanotecnológicos? 

    Diablillos nanotecnológicos 

    Eficiencia, suficiencia e insolencia 

    CAPÍTULO 6. BROMAS APARTE, LO SENCILLO ES HERMOSO 

    La trampa de la complejidad 

    Catástrofes normales 

    Riesgo nuclear: Fukushima 

    Limitaciones intrínsecas de los procesos cognitivos 

    Límites de la ciencia y la tecnología determinados por la complejidad de lo real,

    y de la propia tecnología 

    El ‘efecto Hidra’ 

    ¿Finales apocalípticos? 

    ¿Y a esto lo llaman progreso? 

    Contra las ilusiones del tecnoentusiasta 

    Seleccionar las técnicas 

    Observaciones para concluir 

    CAPÍTULO 7. EL PROYECTO DE AUTOLIMITACIÓN 

    La base antropológica de la extralimitación 

    Figuras de la autolimitación: el tsimtsum de la Cábala 

    Sólo quien se autolimita deja existir al otro 

    Figuras de la autolimitación: jasidismo y budismo zen 

    Figuras de la autolimitación: la tragedia griega, Castoriadis y la democracia 

    Democracia como régimen de la autolimitación 

    Figuras de la autolimitación: más tragedia griega, Aristóteles y Martha Nussbaum 

    Figuras de la autolimitación: la reflexión de Hans Jonas sobre lo indeseable

    de la inmortalidad 

    Figuras de la autolimitación: aprender a morir (en el Antropoceno) 

    Figuras de la autolimitación: la Némesis de Albert Camus 

    Figuras de la autolimitación: ‘la debida proporción’ de Juan Ramón Jiménez 

    Figuras de la autolimitación: las ‘nuevas comunidades’ de Manuel Sacristán 

    Figuras de la autolimitación: la reflexión feminista sobre inmanencia y corporalidad 

    Figuras de la autolimitación: los empeños del psicoanálisis 

    Figuras de la autolimitación: la teoría de la racionalidad acotada 

    Figuras de la autolimitación: la ‘economía homeostática’ de Herman E. Daly 

    Figuras de la autolimitación: la reconstrucción del vínculo social en Pietro Barcellona. Construir una comunidad basada en las diferencias 

    La diversidad como fuente de valor y la política de las luciérnagas 

    Enriquecerse empobrece 

    La tarea de autolimitación 

    CAPÍTULO 8. POR UNA ÉTICA DE LA IMPERFECCIÓN 

    El principio de precaución según Maquiavelo 

    La evaluación de riesgos, ¿único enfoque científico? 

    El importante papel de los supuestos arbitrarios o subjetivos 

    El paradigma del control de riesgos: una ilusión peligrosa 

    ‘No tiene por qué ocurrir’ 

    Estrategias deliberadas de exportación de daños 

    No partir de una antropología de la perfección, sino de una antropología de la chapuza 

    ¿Y si hemos roto los huevos pero además nos quedamos sin tortilla? 

    El principio de precaución 

    Racionalidad del ‘pesimismo prudente’ 

    Por una ética de la imperfección y la falibilidad 

    Final: un jardín imperfecto 

    CAPÍTULO 9. REFLEXIÓN FINAL: EL DOBLE ASALTO.

    INMANENCIA, TRASCENDENCIA, ESPACIO Y TIEMPO 

    El doble asalto contra el tiempo y el espacio 

    Mentalidad tecnomorfa y fetichización de la tecnociencia 

    El enemigo de mi enemigo no siempre es mi amigo 

    Circularidad: la ética depende de la naturaleza humana que depende de la ética 

    ¿Por qué no crear ángeles? 

    ¿Romper la unidad de la especie humana? 

    Transhumanidad y democracia 

    No precipitarse durante al menos siete generaciones 

    100.000 millones 

    Guardianes de la finitud 

    Plan B en la Tierra 

    Una promesa antes de concluir 

    Reflexión final: audaces, pero no demasiado audaces